Miña ben querida e pouca xente, este voso blogue ten a honra, e o gustazo, de ofrecervos a publicación en primicia mundial dun inédito do padriño do naturalismo galego: fr. Martín Sarmiento, Perucho, para os seus íntimos. Texto que trata, para espanto de tertulianos todólogos sobre o bangué, cannabis ou marihuana e outras varias herbas psicotrópicas.

Sirva daquela este discorrer de hoxe como salutación e advertencia da prosimidade do día 9 de marzo, natalicio do xenial Sarmiento e Día do Naturalismo Galego. Quer dicirse dos naturalistas galegos realmente existentes, réplica actual dos aletófilos que desexou Sarmiento, sufridores pola terra nun mundo de medias verdades ambientalistas permanentes e degradación continua e diaria de hábitats consumidos polo embaucador progresismo dun capitalismo desaforado.

Vaian estas liñas como brinde persoal admirativo deste aprendiz de todo ao xeneroso labor dos nosos naturalistas. Sei do que falo e sei de quen falo. Álvaro, Damián, Xosé Manuel, Luisa, Silverio, Miguel, Adolfo, María, Roi, Toñito, Ricardo, Antonio, Xabi, Xan, Sonia, Juan, Carlos, Xosé, Santiago, Pedro, Santi, Serafín, Elvira, Martiño, Andrés,... etcétera, etcétera, etcétera. Todos nomes propios de xente pouco común. O naturalismo galego da hora presente, mulleres e homes de valor e valer. Non coñezo a todos, pero leo e estudo aos que podo e teño a honra do trato e amizade cuns poucos deles. Sei do seu traballo de outo nivel científico, divulgativo e defensivo da historia natural e do medio ambiente de Galicia, sen esperar nen buscar cobro, só abaneados pola ilusión de ver medrar cada ano as flores que veron medrar o ano pasado.

Nestes tempos de cinismo corrutor desaforado, descarado, desvergonzado, o seu honorable comportar público merece un día e algo máis: o recoñecemento definitivo da sociedade da súa existencia e do seu labor extra ordinario. Vertebradores sociais silandeiros. Honra e gloria da Galicia nosa, como se sinte se expresa.

Non premerei unha tecla máis sen agradecer por adiantado ao Consello da Cultura Galega na persoa de Henrique Monteagudo e do Proxecto Sarmiento que dirixe, á súa xenerosidade ao me facer chegar, e permitir regalarvos, en transcrición persoal dun servidor, dous manuscritos orixinais da Colección Medina Sidonia da autoría do padriño Sarmiento que con liberalidade desinteresada me fixeron chegar. Este que trata sobre o Bangué e un prósimo que penso publicar en breve "Noticia de algunos vegetables extraños connaturalizados en España" que redactado a petición do director do Real Xardín Botánico, don Joseph Quer, representa de que eu saiba, o primeiro estudo consciente sobre aloctonía vexetal en España.

Resulta realmente sorprendente até para os mesmos especialistas saber que Sarmiento escribiu un pequeno texto tratando da planta do cannabis. Este texto, o último de tema botánico que escribiu na súa vida (en 1768 catro anos antes de falecer) pouco máis é ca un exercicio de divulgación e recollida de informacións sobre o cannabis entre os autores clásicos e os modernos do seu tempo que trataran do bangué. En esencia os portugueses García da Horta e Cristóbal da Costa que aportaron á Europa os primeiros tratados sobre as novidades xeográficas, botánicas e culturais das xeografías asiáticas coas que Portugal negociaba, con énfase en Goa, centro comercial senlleiro. A eles han copiar, neste punto, todos cantos van vir en anos posteriores: o grande médico e botánico sevillano Nicolás Monardes, por exemplo.

Non poderemos neste formato de blogue desmiuzar as moitas ideas e suxerencias que este texto de Sarmiento nos ofrece. Lede agora con gusto, e ao mellor con sorpresa, e ao remate da súa lectura, non deixaremos de facer algunha breve consideración sobre o contido do artigo de Sarmiento.
Boa lectura.

Bangué
o
Vegetable Exótico y
Oriental.
(1) El año de 1754 estuve en Galicia a divertirme y el día 14 de noviembre estuve en la villa de Noya. Don Manuel Estévez, natural de Pontevedra y condiscípulo mio de gramática, era a la sazón abogado en Noya. Bergondo de arriba y Bergondo de abajo, son dos lugaritos de Noya. El dicho don Manuel Estévez tiene su haciendda en Bergondo de arriba. Enséñome allí (en) su huerta un vegetable raro y me dijo que ningún médico, cirujano ni boticario le conocía, ni le había dado nombre alguno. Añadiome que solo en la huerta del caballero Carantoña, de Noya, había otro vegetable semejante y que tampoco se le sabía el nombre.

(2) A muchos pareció y también me pareció a mi, que era un pie de cáñamo vicioso, pues era ramoso, y tenía muchas ramas; pero el pie o tallo, no era hueco, como el de los cáñamos, sino sólido, y compacto como el boj. Esta singular circunstancia me hizo creer que era planta exótica. Tomé un pedazo de dicho vegetable y de su tronco, y lo llevé a Pontevedra, para averiguar allí que planta sería. Tenía yo en Pontevedra los tres tomos de Juan Bauhino, que me había prestado un Boticario, para divertirme en la Botánica. Restituido a Pontevedra, en donde residía, comencé a revolver los tomos de Juan Bahuino y en el Libro 3º Cap. 81 hallé este título: Y no necesité mas para saber que la dicha planta se llama bangué.

(3) Es el bangué una planta muy parecida a la planta del cáñamo y que naturalmente solo se cría en el Oriente. Hallado ya el hilo en Bahuino de que la planta se llama en el Oriente bangué, despues es fácil escribir mucho sobre el bangué, leyendo autores que han escrito de las plantas orientales cuales son García da Horta, Christóbal de Acosta, Juan Hugon Linschoten. Dice Bauhino que el bangué se llama en árabe axis. En turco asarat en pérsico decan, y en Constantinopla, maslac.

(4) Todos concuerdan en que el bangué es muy parecido al cáñamo. No hay que admirar que la planta bangué que naturalmente nace en el Oriente, y en el Indostán; haya nacido en las huertas de Noya. Los vecinos de Noya siempre han sido famosos marineros, a la America y al oriente auxiliares de los portugueses. La complexion de los portugueses, es propensa a utilizarse en las virtudes y efectos del bangué. Así es muy verosímil, que ellos trajesen del oriente esa planta y que la avencidasen en Portugal y por comunicación en Galicia.

(5) Lo que se debe admirar es que esa planta específica haya nacido en un tiesto que estaba a la ventana en el monasterio de San Martín de Madrid, sin poder averiguar de donde vino allí la semilla, pues ninguno la sembró, ni se sabía que había tal planta en el mundo. Creeré que esa planta del bangué, no será rara en Madrid. Y por lo mismo no serán raros sus cañamones o semilla; supuesto lo cual algún cañamon perdido había parado en el tiesto y prendería. Nació por la primavera. Creció hasta 5 palmos. Todos creían que era cáñamo. Tenía muchos ramos casi quadrangulares y las hojas con divisiones como dedos. El tronco muy sólido y unas mazorcas con cañamones, cortele a 10 de octubre de 1768.

(6) Antes de referir las propiedades y virtudes que los del Indostán atribuyen a su bangué; es del caso apuntar las que los griegos atribuyeron a su nepenthes que Helena y Menelao, presentaron a sus huéspedes en Egipto, como consta de Homero, en su Odyssea, Libº 1º, verso 221. Hasta ahora no está averiguado que planta era el nepenthes. Dicen unos que era borraja. Otros que era el heleneo (aludiendo a Helena). El hecho es que no ha sido una sola planta, sino un fármaco en infusión de vino. Y es muy cierto que si ha sido una planta, sería el vino por sus raras virtudes de alegrar el corazón y de quitar todo genero de melancolías y tristezas y en especial cuando llega al estado de embriaguez.

(7) No hay nación que no tenga algún licor, pasta o planta que embriague, como el vino o (el) nepenthes, la cerveza, vg. la sidra, el opio, la chusa, la areca, el betel, el pulqué, la agua ardiente etc. y el bangué, cuyas virtudes redujo a versos latinos el medico romano Castor Durante, en su herbario, pag 62, y en dónde pone su figura que también representa el cáñamo.
Conturbat cerebrum bangue, vel inebriat, at que externat, placidos que movet de pectore risus luxuriam que ciet, ventremque irritar edendo.
Allí pone otras propiedades del bangué que copió de los autores originales.

(8) El autor principal que ha dado noticia del bangué, ha sido García del Horto, médico del virrey de Goa; y escribió de los aromas de oriente. Carlos Clusio tradujo al latin aquella obra curiosa y el capítulo 23 es del bangué. Nicolas Monardes, que escribió las drogas de la America: y que Clusio tradujo en latin, en la pag. 48, cita a don Diego Garcia de Huerta y llama bangué en lugar de bangue a la planta bangué de Garcia do Orto y que un sultán dijo a Martin Alphonso de Sosa, que cuando quería ver en sueños, provincias y ciudades, no tenía más que comer de la confección del bangué; y que lo conseguía.

(9) El otro autor es Cristóbal de Acosta, que escribió de las drogas del oriente, corrigiendo, enmendando y añadiendo lo que Huerta había escrito. También Clusio tradujo en latín la obra de Acosta, pero yo tengo la edición castellana de Burgos. El bangué de Acosta que pone la Lamina pag. 360: simile faze est cannavi. Caulem habet quinque palmorum longitudinem quadrangulum fractu contumacem Indi semine et foliis vescuntur cum ut validiores in venerea fianos tum ad excitandam civi apetentiam. Multi mihi afirmarunt husus semeru et folia ad libidinem ciendam mira esse eficacie. Y dice Acosta que de eso se infiere que el bangué no tiene afinidad con el cáñamo común, por que de este dice Dioscórides lib.3º que genituram stinguit.

(10) Los grandes y capitanes para se olvidar de sus trabajos y dormir sin pensamientos, preparan el bangué así: toman de la simiente, y hojas del bangué hecho polvo. Échanle areca verde y algo de opio y con azúcar lo toman. Y si quieren más, acrecientan esta composición con camphora, clavos, nuez moscada y macis: y para hacerles bien potentes con las mujeres le acrescientan ámbar (na edición de Lisboa de 1891, de García de Orta escríbese ambre, dentro dun listado de sustancias vexetais que non identifico o que ten máis sentido que ese ámbar, mineral, que poidera ser erro do copista do manuscrito de Sarmiento. Sáibase) y almizcle y con azúcar. Añade Clusio que este bangué, tiene mas afinidad con el masclaf que los turcos de Constantinopla usan para sus deleites que no con la hierba de Theophrasto, lib. 9, cap. 20, como sospechó Juan Fragoso.

(11) La Hierba de que habla Theophrasto, lib 9, cap 20, es anónima, como el nepenthes. Cita Theophrasto a un indio oriental que confesó que con ella había tenido setenta actos. Otros 12 y que cada uno tendrá los actos que quisiese. Añade que el indo, magno et robusto corpore erat y que al fin vino a parar en derramar sangre. Mulieris vero vehementius etiam citari libiditum, cum eo medicamine use fuerint. Usa Theophasto de la voz pharmaco, por medicamine hec igitur vis si vere narratur mirifice est. Plinio, lib. 26, cap 10, hace memoria de esta planta de Theophrasto. Prodigiosa sunt que circa hoc tradidit Theophrastus, Auctor alioqui gravis septuageno coitu durase libidinem, contactu herba cujusdam: cujus nomen; genus que non posit. El Pª Harduino se remite a las navegaciones de las Indias en donde hay noticia de varios mixtos y hierbas que se parecen en las virtudes a la hierba de que habla Theophrasto, monstruosamente afrodisíaca.

(12) La edición principal de Theophrasto greco latina es la de Amsterdam de 1644 con comentos de Juan Bodés a Stapelio. En la pag 1170, comenta Stapelio el citado texto de Theophrasto y añade otro de Juan Leon, Africano, lib. 10, capº ultimos, de la raíz surnag, que nace en lo mas accidental, del monte Atlante, que no es menos prodigiosa en la misma materia: y si esa raiz surnag naciese en el Indostan, creería Stepelio que era el vegetable del indo de Theophrasto. Pero se inclina a que esa hierba del bárbaro indo, sería el bangué del Oriente. Y copia todo lo que de él dice Cristóbal de Acosta Y lo confirma, con relaciones de los que han venido del oriente a Holanda. Y sospecha el mismo Stapelio que no habiendo hecho Theophrasto mención alguna del satirion, sería el satirion o orches la planta, raíz ó nabo del satirion.

(13) Juan Hugon Linscoten vivió en el Oriente y residió en Goa. En su Itinerario escribió de los mixtos exóticos, que allí se usan. Trata al opio y del bangué, al cual llama bangua. El doctor Paludano, pone anotaciones á esos mixtos en la edición de 1599. Este Paludano dice, pag. 81, Bangua turco, quoque et Egyptii plurimum utuntur. Yo digo que si los Egipcios usaban el bangué, acaso Helena y Melenao, estando en Egypto, sacarían el refresco a los huéspedes. Homero dice, que no había vino: In vinum missit pharmacum, unde bibebant.(Puxo un fármaco no viño que beberon) El fármaco sería el nepenthes ó bangue.

(14) De ese bangue, o bangué, dice Paludano: tribus modis conficitur, tribus que nominibus distinguitur. (Ten tres maneiras de facerse e tres nomes que as distinguen) La primera más fácil y más barata confeccion llaman los egipcios asix. La 2ª se llama bosa, más eficaz que la asix, entra la harina del lolio o joyo;( esta voz así escrita no galego de Sarmiento, significa ás gramíneas do xénero lollium, cizaña, reigras...etc e en galego xoio e é moi frecuente en Galicia, xa cultivada para forraxe xa naturalizada) y de los cañamones del bangue. La 3ª se llama bernavi y es la justa y verdadera bangua de que habla Linscoten. Otra concepción tienen los egipcios en que entra la pimienta blanca, el opio, la fabaloba, la spica nardi y el euphorbio y miel. La llaman bera: esto es, Sanitas unius hoxe, como que lo demas es una borrachera.

(15) La Historia Plantarum, de León de Francia de 1586 pag. 1914, también trata del bangué y pone su lamina, en todo parecido al cañamo y copiada su virtud de Acosta.
(16) Juan Bahuino, Historia Plantarum Universalis. lib. 40. En el lib. 30 cap 81 trata del bangué y recopila los autores originales que han tratado del bangué, y en el Cap. 81. pone el titulo Bangue, canabi simile, pero no pone lámina y cita a Acosta para las virtudes.

(17) Juan Rayo, famoso botanico inglés, pag. 119, de su Historia Plantarum, perifrasea a Cristóbal de Acosta para describir el vegetable bangue cannabi simile. Y viendo que Oleario, viajero, afirma que el cáñamo oriental tiene virtud afrodisíaca, cree que Oleario confundió el cáñamo con el bangué pero se ratifica con Hans Shana en que el cáñamo europeo y el bangué oriental, son dos especies distintas, aunque muy semejantes.
(18) Dioscórides, lib 3º, tratando del cáñamo vulgar le señala virtud opuesta pues dice que genituram extinguit Al contrario, dice la experiencia que las gallinas que en invierno se alimentan de cañamones vulgares nunca dejan de poner huevos.

(19) Jorge Everardo Rumfio, Herbario Amboinenese, trata de todas las plantas del oriente y en especial de la isla Amboina, en 12 libros y en 6 tomos en folio con láminas finas, impresos en Amsterdam, 1750. En el libro 8º, tomo 6º, cap 31, pag 208, trata del cáñamo de el Oriente o del bangué. Y este bangué se llama entre los indios herba stultorum y como el nephentes de los antiguos quam adhibent ad tristitiam pellondam ac ad letitiam ad ferendam. Y en tanto grado que, como el vino, los vuelve locos por algún tiempo, por eso el bangue es herba stultorum.

(20) Describe Rumfio el bangué como los autores ya citados, Orto y Acosta. Pone cáñamo macho y cáñamo hembra, al modo del cáñamo europeo. Pero advierto que el vulgo llama macho al pie de cáñamo que produce los cañamones, y ese pie se debe llamar hembra. Y el pie que solo florece sin fruto, se debe llamar macho.

(21) En la pag. 135 del Thesaurus Zeilanicus, se dice althaea indica cannabinis foliis bangue dicta. Dudo que el bangué pertenezca a las althaeas que son los malvaviscos o mal variscos, pues en nada se parecen. El citado Rumfio, pag 211, dice que el polvo del bangué tomado en humo como el tabaco, que emborracha y que mezclado con el tabaco, herneam curat. Y en Rumfio se hallarán otras virtudes del bangué.

(22) Mr. Lemerit en su tratado de las drogas, pag. 99, trata del bangué como quien había leido á García Acosta y Monardes y copia lo que dicen, supone que tiene la virtud afrodisíaca y que causa sueños alegres.
(23) El Dicionario Francés Universal, en la voz bangue, dice se ha de escribir bangué: bengué y mejor benghe. Dice lo que todos y cita a monsieur Herman que dijo que era una especie de malvavisco: lo que repugna.

(24) Cristobal de Acosta tratando de la Datura, en el cap 11 y en el folio ó pag. 90, receta las hojas del bangué, para unas píldoras, que se han de preparar con la datura ó estramonio. La estramonia es muy común en España, y en especial en las costas marítimas. La primera vez que vi el bangué en la celda de San Martin de Madrid, creí que era la planoca de la estramonia. Esta planta da unas nueces espinosas, con granillos dentro, como pólvora. Esas nueces se llaman Nux metela y Nux vomica.

(25) La semilla del estramonio ó datura, tomada en vino ú agua embrutece al hombre que está delante de su mujer y podrá usar de ella sin que el marido lo advierta hasta pasadas tantas horas, según la cantidad y el arbitrio de la mujer. Y por los chascos y burlas pesadas que las mujeres del Indostán hacen a sus maridos, con la simiente de la datura, dice Acosta que los portugueses llaman a la planta la Burladora. Las cathras en el Indostan según Estrabón lib.15 se queman hoy con sus maridos porque aliquando cum adolescentulos adamarent á viris secedebant, vel eos veneno tollerent veneficia desinerent, hanc legenda tam esse. Así las mujeres indianas para deshacerse con facilidad de sus maridos inventaron todo genero de venenos en plantas y en drogas.

(26) El opio, el bangué, la datura, la areca, el betel etc. y (a) esa malvada, antigua e inveterada costumbre de la lujuria de las mujeres, se debe atribuir el que las mujeres mal maridadas y poco satisfechas sean benéficas, y no haya tantos hombres benéficos. El mayor portento y monstruo de lujuria ha sido Mesalina, mujer del emperador Claudio. Le dejaba dormir y roncar, acaso usando alguna confeccion, y ella se iba al lupanar, en donde ocupaba toda la noche y después que multorum absorbuit ictus...et lassat a viria, necdum satriata rececesit, pues nunca dice sufficit.
Pongo fin al bangué o al cáñamo oriental.
En San Martín de Madrid y octubre 18 de 1768. Fr. Martín Sarmiento.
Brevísimos comentos ao vóo das teclas
A pesares de que como advertimos este pequeno texto é unha recopilación de citas bibiográficas non deixa de ter o seu interés naturalista, sociolóxico e cultural. A recopilación de autores históricos que se ocuparon do cannabis xa é de por sí un dato bibliográfico ben valioso e de ningún modo despreciable. Pese ao seu anecdotismo ten interés saber que as primeiras citas galegas de que eu saiba, e pode que tamén españolas, de pés de marihuana naturalizados e ventureiros son de 1754 e en Noia. A explicación por cousa da proximidade a Portugal e ao oficio mariñeiro dos noieses non deixa de ser tan razoable como puramente especulativa.

Do mesmo xeito, o nacemento dunha planta de modo casual nunha das macetas do seu horto pendurante en Madrid, no ano 1768, é unha outra informacion a considerar, imaxinando que debeu ser transportada nas feces de calquera paxaro ou ave. Suposición que nos obrigaría a preguntarnos como podería unha ave peteirar en sementes madurecidas na primaveira de 1768 e permite sospeitar que debía existir un cultivo suficiente, ou de horto ou naturalizado, de plantas de Cannabis sativa. "Creeré que esa planta del bangué no será rara en Madrid" O dato que nos aporta de deixala medrar cinco meses, dende maio ate outubro, tempo do florear, dá que pensar que tivo interés en observar de primeira mao as flores do cannabis. Floración que demostra coñecer ben ao desfacer o entorto popular -outro dato - que confundía as plantas machos coas femias.
Servidor localizou no Arquivo Histórico Nacional, unha noticia casual, manuscrita da súa recoñecible caligrafía, que está incrustada na correspondencia con seu irmao Xabier, con data de 4 de febreiro do 1756, que dí así:
"Aquellos cañamones de Noya fructificaron y ramificaron mucho, y tengo mucha semilla pero aún no hice pie fijo"
Parece claro que levou semente de bangué a Madrid, pois que outros canamóns habían ser? Dos correntes, Cannabis indica, que había por todos lados?? Se aínda non fixera pie fijo, a determinación que sacou en Pontevedra, usando o Bahuino, non debía ser tan firme como asegura no texto. Igualmente entran dúbidas no período da sementeira. Chegou a Madrid en novembro de 1755 e para febreiro de 1756, escribe que "fructificaron y ramificaron mucho y tengo mucha semilla". En inverno e só en catro meses?? Se quedou con semente dabondo, poderíamos pensar que temos unha outra sospeita de onde podería proceder a semente "ventureira" que lle naceu en 1768. Porque no artigo, non di que plantou por si o bangué en 1755?? Doce anos despois, xa non se acordaba?? Novos datos, novas dúbidas.

Se ben este texto trata de preferencia sobre a planta de cannabis, non deixa de ofrecernos referencias, sempre sen estigma de seren drogas enviciantes, a outros varios psicotrópicos (opio, betel, areca...) e as diversas presentacións do cannabis: asix. Cunha especial referencia á datura ou estramonia, e a súa capacidade para anular a vontade do consumidor, uso infame que se espaleou nos tempos presentes encapotado baixo o mediático nome de burundanga.

Velaí neste texto pode que a primeira refrencia en castelán a un porro (mistura de tabaco con hachís) e aos efectos benéficos e menciñeiros do cannabis (herneam curat) e como sempre en Sarmiento a presenza das crenzas populares velaí as galiñas mantidas a canamóns que non deixan de poñer ovos no inverno.
E recolle as fórmulas do consumo clásico mesturado con viño, que comenta Antonio Escohotado na súa exhaustiva Historia de las Drogas ao falar tamén dos sahumerios de cannabis, que disque dicía Dioscórides provocan "soños vanos, empero agradables".

Algo máis poderemos dicir. Uns poucos nos antes de redactar este artigo, Sarmiento fixo unha pequena referencia á planta bangué no parágrafo 4321 da súa inmensa Historia Natural y de todo génenro de erudición, en proba do interés que despertou nel esta planta dende a hora en que a descubriu en Noia. Houbo de ser por cousa de aparecer ventureira? nas súas macetas en maio do 1768, polo que a 16 de outubro dese ano se decide a escribir esta pequena redacción sobre o bangué.
Quede a cousa no punto. Será mellor non interferir nas sorpresas e reflexións persoais que seguro este texto, verdadeira primicia cultural, vos houbo de suxerir,
Bicos e apertiñas a feixes, miña ben querida e pouca xente.
Seguir a ser bós que guapas xa sodes.
A mandare.
PAZ E PALABRAS
Despóis de Data: Raro en Martín Sarmiento a cita de tantos latíns. Non puxen a miña versión ao galego por que teño moi pouca confianza na miña capacidade traductora por moito que me axude de gugle. Así que aí quedan, tal cal, para que vos divirtades verquendo e traducindo. Non pido escusas. É o que saídes gañando.
Este discurrir de hoxe é un deses que sae do forno sen acabarse de facer. Un día con outro hei de ir facendo algún ca outro cambio ou retoque ou engadido. Hai moito por dicir. Falando de drogas, xa ves ti: un mundo.
A referencia no parágrafo 4321 onde cita ao bangué vén a conto de andar falando do galego meimendro, castelán beleño, científico Hyosciamus niger e di así : "Es verdad que Golio en la columna 328 pone al Hyosciamo el arábigo Banj pero esa voz corresponde al bangue de los orientales que es como un cáñamo en todo y da cañamones. Cristobal de Acosta trata del bangue, y le copió Clusio. Es planta soporífera, pero en nada se parece al beleño".